Como era de esperar, la nueva tableta de Apple acaba con el stock de 100 tiendas estadounidenses. Cinco días antes de que se pusiera a la venta, ya acampaba un chico de Texas delante de un establecimiento Apple, para ser uno de los primeros en adquirir el dispositivo.
Pero es que hay gente para todo. Una chica de NY, Amanda Foote, parecía ser la fan número 1 de Apple, pero no era así, está claro que… ¡Por interés te quiero Andrés! Esta chica hizo cola durante 48h, soportando todo tipo (o no tanto) de inclemencias meteorológicas pero, no era para comprar el iPad, ¡Estaba guardando la cola! Y por el módico precio de 900 dólares. Un ocupadísimo (debe estarlo para pagar ese dinero) newyorkino relevó a Amanda en el momento de apertura de la tienda a la vez que abonaba lo convenido. Y es que, el no querer quedarse sin el dispositivo del año, nos hace tener este tipo de conductas (¡geeks incomprendidos!).
Las cifras hablan de un 25% más de iPads vendidos respecto al primer mismo fin de semana de venta de la primera versión. Y además el 70% de compradores aseguran no tener el iPad 1. Eso deja un 30% que repite, antes de que pase un año desde que compraron el primero. La segunda versión incorpora importantes mejoras, en particular, me encanta la Smart Cover, una aportación de Apple muy práctica, pero ¿Perdemos la cabeza por tener otro? Creo que es el momento de utilizar el término: “obsolescencia programada”, ¿Hasta qué punto necesitamos el iPad 2 si tenemos el 1? Está claro que las grandes compañías tecnológicas nos han ido creando necesidades desde hace ya unos años, pero a mí, y a mucho de vosotros, nos encanta tener esas necesidades. ¿A qué tú también quieres un iPad 2?
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